Si algo nos está demostrando esta crisis sanitaria es que estar en el lugar adecuado en un determinado momento de la vida es muy importante.
Cuando toda actividad económica se vió interrumpida y las oficinas empezaron a quedarse vacías de un día para otro, en los casos de las empresas ubicadas en Flex Office o Coworking no se quedaron solas. Desde el primer momento, han podido contar con la ayuda de nuestros equipos para reenviarles material o documentación necesarios para la continuidad de su actividad, recibir y reexpedir correo o paquetería, reiniciar los servidores, custodiar equipos e infraestructuras electrónicas… evitando así desplazamientos innecesarios por parte de los clientes.
La tarea de acompañamiento que hemos venido realizando desde los Coworking ha sido tomada en consideración por muchas empresas que están valorando seriamente la posibilidad de pasarse a la solución Flex Office y ganar en flexibilidad, tranquilidad y garantía de servicio. Es la diferencia de estar sólo ante el peligro o estar acompañado y con más herramientas para afrontarlo.
En una solución Flex Office, las empresas cuentan con la infraestructura principal para llevar a cabo su actividad sin necesidad de realizar ninguna inversión adicional: mobiliario de trabajo, armarios o taquillas, internet profesional punto a punto, electrónica que garantiza la seguridad informática, telefonía y telecomunicaciones, zonas de office comedor, espacios de reunión, terraza… todo ello con la tranquilidad que supone el cumplimiento estricto de las medidas de higiene y seguridad así como la posibilidad de adaptar el espacio en función de las necesidades que van surgiendo en cada momento.
Esta situación en la que nos encontramos supone una gran oportunidad para el llamado sector Flex y, concretamente, la solución de Flex Office que ha podido desplegar muchas de sus virtudes y reforzar su propuesta de valor de cara a convertirse en una opción muy valorada a la hora de la toma de decisión en lo que se refiere a la ubicación de un negocio.